JP Hernández: ¿senador independiente o político camaleónico?
En el escenario político colombiano, pocos personajes han despertado tantas expectativas y, al mismo tiempo, tantas dudas como JP Hernández. El joven senador, que llegó al Congreso como un outsider, ha demostrado tener una habilidad particular: la de cambiar de postura según sople el viento político.
De outsider a congresista mediático
JP Hernández irrumpió en el Senado con un discurso fresco, prometiendo independencia y un estilo distinto al de los políticos tradicionales. Su llegada representaba, para muchos jóvenes, la posibilidad de una nueva forma de hacer política.
La elasticidad de sus posturas
Con el tiempo, esa independencia empezó a verse más como flexibilidad estratégica. JP ha cambiado de discurso en varias coyunturas: en ocasiones acercándose al gobierno, en otras adoptando posiciones cercanas a la oposición. Esta manera de moverse ha generado la percepción de que sus ideales no son firmes, sino ajustables.
El episodio de la libertad de culto
El ejemplo más reciente es su reacción frente al proyecto que busca reconocer la brujería y la santería como religiones.
JP salió en redes acusando al Pacto Historico de querer acabar con la “libertad de culto”. Pero lo que hace el proyecto, en realidad, es ampliar esa libertad y reconocer otras creencias más allá de las dominantes. En otras palabras, defiende la libertad… mientras sea la de su visión religiosa. Si se trata de otros credos, la libertad se vuelve sospechosa.
Un estilo político que divide opiniones
Para algunos ciudadanos, JP sigue siendo un senador independiente, sin ataduras partidistas y con voz propia. Para otros, su aparente independencia es solo camaleonismo político: un estilo de acomodarse a la coyuntura y decir lo que mejor le funcione en el momento. En cualquier caso, su nombre ya hace parte del debate público y es difícil ignorarlo.